17 junio 2013

Lago de Güija


Nuestra primera visita fue a lago Güija.  El cual se encuentra ubicado en la frontera noroeste de El Salvador y el este de Guatemala, entre el departamento salvadoreño de Santa Ana y el departamento guatemalteco de Juitapan. Es un terreno rocoso debido a su actividad volcánica que por miles de años expulso grandes cantidades de roca. 
La zona, formo parte del extremo sur del imperio Maya durante el periodo Clásico. En la península del lago se encuentran varias cantidades de petrograbados, restos de pirámides y hogares del imperio Maya.  




De notable belleza, este lago es visitado por cientos de turistas nacionales, principalmente durante las vacaciones de Semana Santa, cuando el nivel del agua baja hasta que deja ver una playa que se extiende hasta 20 metros, lo que permite que los veraneantes se diviertan mejor. La playa tiene la característica peculiar que está cubierta de pequeños caracoles y conchas.



Cabe destacar que en este lago el arqueólogo estadounidense Stanley Boggs encontró dos figuras del dios Xipe Totec. Por su importancia ecológica este sitio ha sido catalogado como área protegida, ya que este lago es el punto de ingreso en el país, de los patos que proviene de Norteamérica.

En nuestra experiencia, partimos desde Antiguo Cuscatlán pasando por los Chorros hasta llegar a Santa Ana. El tiempo aproximado del viaje fue alrededor de 2 horas, al llegar cruzamos el puente del lago de Güija, desde el cual se tiene una linda vista del lago.

Luego de cruzar el puente seguimos caminando hasta llegar a los pastizales al borde del lago, donde nos encontramos con algunos animales y lanchas que ocupan los lugareños para pescar.

Caminamos alrededor de la península de Igualtepeque hasta llegar a un área llena de rocas con arte rupestre, siguiendo por el mismo camino encontramos más rocas en las los Mayas del periodo clásico habían realizado petrograbados. 















Llegamos a una colina; al subirla logramos observar las ruinas de una pirámide y sus diferentes niveles.




Alrededor de tres horas de recorrido por el borde del lago y de conocer un poco sobre la historia y el arte de los Mayas de la época clásica de nuestro país, regresamos al puente que fue nuestro punto de partida.
















Luego de esta grata y agradable experiencia queremos recomendarles mucho este viaje, donde podrán observar increíbles petrograbados y el recorrido por la península es muy interesante, no solo por la riqueza histórica y cultural, sino también por los hermosos paisajes que te invitan a detenerte y admirar un lindo país, y un lago perfecto para saltar y refrescarse en sus aguas después de una larga caminata.

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